Los 13 participantes de la Vendée Globe navegan todos en el mismo océano

Vela

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Los esfuerzos del líder François Gabart (MACIF) y su mejor enemigo Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) no habrán sido inútiles. Al mantener altas velocidades durante varios días, la pareja está a punto de dejar atrás a sus damas de honor. Como sucede a menudo en las regatas, las condiciones siguen favoreciendo a los hombres de cabeza. Desde anoche, François y Armel navegan a 18 nudos de media detrás de un frente, con un viento sostenido del sudoeste (25 nudos de media) y olas de 5 metros. Van lanzados hacia los Cincuenta Aullantes rumbo a las dos puertas australianas y mañana por la noche deberían cruzar la longitud del cabo de Lewin. Pero son los únicos en esa situación.

¿El fin del Club de los Cinco?

El Club de los Cinco, inseparables desde el paso por las Canarias, se está desintegrando a trozos. A Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) le cuesta escaparse del anticiclón que está a punto de atraparlo. Avanza a solo 12 nudos y ya está a más de 150 millas de la pareja del día.

La hemorragia es aún más importante para Alex Thomson (Hugo Boss) y Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat). Han perdido más de 200 millas en tan solo 24 horas y ahora deberán hacer frente a la llegada de la depresión tropical Claudia. Su objetivo: pasar al lado norte de ese fenómeno para tener vientos portantes. Pero al hacerlo alargan considerablemente su ruta.

¿…Y del ménage à trois?

El hueco se abre aún más con el trío franco-anglo-suizo, que ya acumula entre 1.000 y 1.400 millas de retraso respecto de la cabeza de regata. Ese ménage à trois también se está deshaciendo. Las imágenes de Jean Le Cam (SynerCiel) y Dominique Wavre de hace una semana filmándose mutuamente a 100 metros de distancia parecen muy lejanas. El patrón del Mirabaud se ha visto envuelto varias veces por las calmas y hoy mismo su progreso sigue siendo penoso: 141 millas en 24 horas. Aún peor le va a Mike Golding (Gamesa), que ha caído en esa trampa y sólo ha avanzado 124 millas. El británico, sin embargo, mantiene su esperanza de recuperar terreno cuando pueda conectar con Claudia. Del antiguo trío de viejos pistoleros solo se salva, y es un decir, Le Cam, que parece dispuesto a abandonar a sus antiguos compañeros de excursión.