Paso movido de Buena Esperanza para el Team Plastique

Vela

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Cabo de Buena Esperanza doblado sobre las 17h28 UTC del 12 de diciembre.

He tenido que retrasar media hora el descorche de la botella de champán porque he tenido que hacer frente a un problema. De improvisto la pala del timón de babor se ha levantado, porque el cabo que la aguanta en el agua se ha roto. No ha habido ninguna colisión, el fusible se ha debido de romper por fatiga. He podido frenar el barco, hacerlo escorar del otro lado para que el timón de estribor pudiera dirigir el barco mientras colocaba otro cabo con un nuevo fusible y otra vez el timón de babor en el agua.

He podido remprender mi rumbo y, aunque sudado por la maniobra, he abierto con mucho gusto una botella de champán ¡para celebrar el primer cabo de esta regata fantástica!

En la longitud del cabo he visto muchos pájaros y de lejos me ha dado la impresión de que se trataba de albatros jóvenes, eran oscuros y no tenían manchas blancas (cuanto mayor es un albatros, más emblanquece su plumaje). Siempre a la altura de Buena Esperanza he encontrado un gran pez volador en cubierta, que ha acabado en la cazuela con un poco de agua del océano, perejil, un poco de ajo, limón y aceite de oliva virgen extra.

Al arriar el genáquer por la noche ha puesto la mano sobre una carabela portuguesa (una especie de medusa, N. de la R.). Es un pequeño ejemplar de algo más de un centímetro (le he hecho una foto) que se había enganchado al enrollador del botalón (el tambor está fijado en el extremo de la proa y, con la ayuda de un cabo sin fin permite enrollar y desenrollar las grandes velas de proa como el genáquer). La he metido en un pequeño bote estanco de plástico con alcohol para conservarla.

Próximo objetivo: el paso de la puerta de Crozet, situada entre los meridianos 42° este y 50° este en la latitud 39° sur. Al paso por el Cabo las temperaturas eran muy agradables y durante varias horas he podido llevar la caña en traje de baño, con bellos rayos de sol sobre las velas. Pero al ir hacia el Sur en pocas horas la temperatura ha bajado 7º C, por lo que vuelvo a llevar dos piezas de ropa, y después la combinación estanca para la noche, cuando el barco ha empezado hacer magníficas planeadas a más de 20 nudos y las olas han empezado a explotar sobre cubierta. Es realmente bonito ver el barco avanzando en buenas condiciones.

En general puedo decir que, después de algo más de un mes de navegación, la situación a bordo es muy buena. Ha habido pequeñas cosas (cuatro mordazas rotas, el fusible del timón, el hidrogenerador a mitad de potencia, los sables del solent que están a punto de salir de la vela...), pero se trata del desgaste del pequeño material debido a las millas recorridas; nada importante de verdad y sobre todo nada que afecte a la estructura del casco o del aparejo. Otro aspecto del que estoy contento es que de momento sigo en buena forma y sigo comiendo productos frescos.

Recibo muchos mensajes de ánimo y me gusta mucho, emociona y creo que debe de hacer correr más el barco. De verdad, muchas gracias a todos los que escribís y que seguís con pasión esa aventura alrededor de nuestro planeta azul.

Alessandro Di Benedetto/Team Plastique

© Alessandro Di Benedetto / Team Plastique

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