Proa prêt-à-porter para el Sanya

Vela

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El Volvo Open 70 de Team Sanya llegaba ayer a Ciudad del Cabo en carguero procedente de Algeciras. Desde entonces, el trabajo en la sede del equipo no ha cesado. Media hora después de que el barco llegara a la base del equipo, ya habían comenzado los trabajos de corte en su proa.   

“Es un poco como cuando llegas con tu primer coche a la inspección de seguridad  y comienzan a arrancarle óxido, y más óxido hasta que terminas por quedarte sin coche”, comenta el patrón Mike Sanderson. “Básicamente, la primera zona de corte es muy segura, y los chicos continúan cortando cada vez más atrás hasta que llegan a lo que es barco propiamente dicho. El agujero se irá haciendo más grande”.  

El equipo de seis expertos procedentes de los astilleros Salthouse Boatbuilders de Nueva Zelanda han tenido que fabricar la nueva sección sobredimensionada porque hasta ayer no habían podido tener contacto real con el barco. Ahora ajustarán la pieza al tamaño requerido.

“Afortunadamente, parece que el trozo que hemos fabricado será lo suficientemente grande, y con un poco de suerte en un par de días tendremos un barco casi entero. Después de otros cuatro días tendremos un barco estructuralmente íntegro”, explica Sanderson. “Cuando terminen las reparaciones, esa será la parte más robusta del barco. Será tan buena o mejor que nueva”.

Los trabajos de reparación continuarán sin descanso hasta que el Sanya esté en condiciones de regresar al agua, que según las estimaciones del equipo será el próximo miércoles, 7 de diciembre. De cumplirse ese objetivo, tendrán tiempo suficiente para probar y poner a punto el barco de cara a la regata in-port de Ciudad del Cabo, el sábado 10 de diciembre.

"Es un escenario lejos de lo ideal”, reconoce el patrón neozelandés. “Tenemos un programa, increíblemente ajustado y sin margen para que las cosas se tuerzan, pero en este momento lo vamos cumpliendo. En condiciones normales necesitaríamos tres semanas para hacer esto, y sólo disponemos de una. No significa que vayamos a tomar riesgos innecesarios, pero sí que trabajaremos muchas horas”.  

“Tendremos suerte si podemos entrenar algo antes de la regata in-port, y al día siguiente es la salida de la siguiente etapa, pero la seguridad de la tripulación y el barco es la mayor de nuestras prioridades. Nos aseguraremos de que regresa al agua de una pieza”, concluye Sanderson.