Vela
Tras la rotura de su palo el pasado lunes, PUMA Ocean Racing powered by BERG se encontró con una complicada situación: A 2.000 millas de Ciudad del Cabo, sin mástil, con poca comida y combustible para navegar apenas 24 horas. La estrategia de regata se convirtió en estrategia de supervivencia, y entre la tripulación, el equipo de tierra y Volvo Ocean Race diseñaron un plan para devolver el Volvo Open 70 a tierra lo antes posible.
El objetivo más cercano entre la posición del PUMA y Ciudad del Cabo era el remoto archipiélago británico de Tristán de Acuña, a más de 700 millas náuticas de la posición del barco en el momento de la rotura. El combustible era escaso, y una vez agotado no se podría navegar a motor, potabilizar agua ni cargar las baterías.
La solución a este primer problema llegaba de mano del porta contenedores de 257 metros de eslora ZIM Monaco, el barco más cercano a la posición del PUMA. Anoche le transfirió 450 litros de diesel en mitad del Atlántico.
Tras llenar el depósito, el PUMA ha reiniciado su travesía hacia Tristán de Acuña. Serán tres o cuatro días de lento avance. Una vez allí, esperará la llegada de un barco para transportarlo a Ciudad del Cabo. Allí estará esperando el mástil de repuesto, que vuela desde Estados Unidos a Sudáfrica en estos momentos.
En Ciudad del Cabo, Team Sanya espera la llegada de su barco el próximo lunes o martes para iniciar las reparaciones. Abu Dhabi Ocean Racing también confía en recibir a su Azzam antes de final de mes.