Arnaud Boissières, AKENA Vérandas, octavo de la Vendée Globe 2012-2013

Vela

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Arnaud Boissières ha cruzado la línea de llegada de la Vendée Globe a las 15 horas, 11 minutos, 02 segundos, hora española. Se adjudica así la octava posición de la regata, detrás de Dominique Wavre. Su tiempo de regata ha sido de 91 días, 02 horas, 09 minutos y 02 segundos. Su velocidad media sobre la distancia teórica del recorrido (24.393,41 millas) ha sido de 11,2 nudos, Ha recorrido 27.478,78 millas sobre el agua, a la velocidad media de 12,6 nudos. Ha llegado a 12 días, 23 horas, 52 minutos y 22 segundos del vencedor, François Gabart, y 22 horas, 54 minutos y 20 segundos después del anterior clasificado, Dominique Wavre. 

Arnaud Boissières forma parte de los pocos participantes que, al acabar la Vendée Globe 2008-2009, supo muy pronto que podría correr la siguiente edición. Para ello compró el antiguo barco de Vincent Riou, de forma que pudo disponer rápidamente de una máquina para entrenarse. Transat Jacques Vabre, Ruta del Ron, Arnaud va acostumbrándose poco a poco a su nueva montura. Objetivo: estar listo para la salida de la Vendée Globe 2012. Mientras, Arnaud se instaló en Les Sables d’Olonne y se convirtió en la mascota de los habitantes de Vendée.

Un ritmo difícil de conseguir

Como él mismo confesó, el principio de regata de Boissières fue a medio gas. Algunas opciones meteorológicas que resultaron equivocadas y un ritmo algo menor que el de los líderes pronto relegaron el AKENA Vérandas en el pelotón de popa, detrás de los viejos rockeros y gánsteres a la fuerza. Las condiciones meteorológicas favorecieron a los hombres de cabeza, y la primera parte de la regata de Boissières fue un tanto laboriosa.

Renacimiento pacífico

Poco a poco, Arnaud Boissières fue entrando en la regata. El océano índico, sin embargo, se mostró intratable y las secuencias que impusieron los pasos de las puertas de hielo se encadenaron a contratiempo. Finalmente, el AKENA  Vérandas registró el peor tiempo entre el cabo de Buena Esperanza y el cabo de Leeuwin (extremo suroccidental de Australia). Afortunadamente, el Pacífico le permitió invertir la tendencia. Su duelo con Bernard Stamm, cuando el Cheminées Poujoulat terminó sus reparaciones en un fondeadero de Nueva Zelanda, le permitió enfrentarse a un barco de última generación y demostrar que, con buenas condiciones, Boissières no había perdido ni un ápice de sus cualidades de navegante. Lo prueba el hecho de que estableciera el cuarto mejor tiempo de la travesía del Pacífico, a menos de medio día del récord de François Gabart.