NOV "Los bolivianos solo saben darle duro a los pedales"La crónica de Joseba León desde Bolivia - Ciclismo El corredor de BikeZona enrrolado esta vez en las filas del MMR Spiuk se lanzó a la aventura y participó en la recientemente finalizada Vuelta a Bolivia. Aquí la crónica de cómo se vive el ciclismo en el país sudamericano:
Yo nunca antes habia estado tan lejos del mar. Situado en el el centro de un continente y a mas de dos mil kilometros del oceano mas cercano. Al este la Selva Amazonica, al oeste la Cordillera Andina, al norte las frías aguas del Lago Titicaca, y al sur..., desconozco lo que hay al sur. No solo lejos..., tambien alto. El altiplano boliviano ronda los cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, donde pedalear se convierte en un ejercicio de apnea y meditación pulmonar. Debes concentrarte en el pulso, porque si aceleras el corazón tendrás que echar pie a tierra para volver respirar. Y aqui el peloton siempre llanea a mas de 50 km/hora porque apenas hay gravedad ni rozamiento. Tampoco hay puertos de montaña, pero las carreteras de la "Vuelta a Bolivia" baten el record mundial de altitud, ya que ninguna otra carrera de la "Union Ciclista Internacional" se acerca tanto al techo atmosferico. En estas condiciones los ciclistas bolivianos se convierten en los "jefes" del peloton. Ellos son bajitos, rechonchos, un poco feos, y siempre llevan el rostro torcido..., pero son extremadamente resistentes y tienen el hematocrito natural de nacimiento muy superior a los limites permitidos. No tienen clase ni estilo, no son esbeltos ni dominan el pedaleo redondo. Pero aunque Bolivia nunca haya exportado grandes ciclistas al peloton europeo, en su terreno son imbatibles. Aqui aun se viven aventuras epicas en las carreteras, los ciclistas bolivianos no saben de estrategias en carrera, ni se preocupan del perfil de la etapa ni planifican con el director ni guardan fuerzas para los kilometros finales. Solo saben darle duro a los pedales. Ademas aun compiten con "aluminios" de 9 velocidades, ellos no necesitan de carbonos ni de cambios electronicos ni de medidores de potencia. Reconozco que antes de partir en la primera etapa hubiese donado parte de mis modernos accesorios a los "pobrecitos" necesitados, pero despues de terminar humillado en el farolillo rojo ya no siento ninguna lastima por ellos. Es como si vas con tu flamante BMW y te adelanta un destartalado Seat127. Joseba León
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