Es un recorrido que tendré que analizar con mucho cuidado en cada etapa y ver cómo se mueven los rivales”, dijo el líder del Saxo Bank-Sungard, “sobre todos aquellos que necesiten sacar diferencias antes de la última contra reloj. Esos corredores pueden ser compatibles con mis intereses”.
Alberto afirmó que este recorrido “ni me gusta ni me deja de gustar. Echo de menos otro final en alto que permitiera más ataques, pero está claro que la última semana será la decisiva, con una etapa durísima que terminará en Bagneres de Luchon y, a continuación, el final en Peyragudes, tras subir el col de Bales”.
Lo más destacado, en todo caso, son los 96 kilómetros de contra reloj individual. “Son muchos kilómetros, pero por lo menos es mejor para mí que si hubiera una contra reloj por equipos, que me perjudicaría más frente a equipos muy potentes. De todos los tours que he corrido me recuerda quizás al primero que gané, en 2007, en el que hubo unos 120 km de contra reloj. Entonces me fue bien, pero nunca se sabe”.
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