El primer balance de la Vendée Globe 2013 según su director

Vela

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El primer balance de esa Vendée Globe en un plano deportivo son los récords, claro está. ¡78 días y 545 millas en 24 horas, es impresionante! Después hay el número de barcos que han llegado. Estamos en más del 50 %, algo que no pasaba desde 2004. En 2008, el 70 % de los participantes no cruzaron la línea de llegada. También destaco que la diferencia entre el primero y el segundo nunca había sido tan pequeña. Además, el concepto de aventurero deportivo, si bien sigue presente porque forma parte de la prueba, da más importancia al aspecto deportivo en esa Vendée Globe. Se puede constatar en esa edición que si François Gabart y Armel Le Cléac h han sido muy rápidos, Tanguy de Lamotte y Alessandro Di Benedetto también lo han sido con sus medios. Este año no hemos tenido, como sucedía en otras ediciones, dos o tres flotas separadas, entre regatistas y aventureros. Todos los barcos de esa Vendée Globe iban en modo regata.

De esa edición destaco también que solo hemos visto a navegantes felices, excepto claro está los que han tenido que retirarse. La felicidad de estar en el mar de Alessandro, de Tanguy, de hecho, de cada uno de los participantes. Siempre han dicho “bueno, no es fácil, a veces tenemos berenjenales, pero está realmente bien”, ¡siempre! En cambio, recuerdo algunas Vendée Globe en las que algunos participantes se quejaban, mucho o poco.

¿A qué se debe?
Creo que se debe a dos fenómenos; el primero es que la flota solo era de 20 barcos, que a mí me parece el número ideal, porque es un equilibrio perfecto, por lo que respecta a los participantes, al organizador y a los medios de comunicación. Cada uno tiene una visibilidad mucho mejor con 20 participantes que con 30. También es debido a que no hemos tenido condiciones meteorológicas brutales y a que ningún participante ha estado nunca en una situación de supervivencia. A eso añado que la inmensa mayoría de los barcos estaban muy bien preparados, sin tener en cuenta que incluso los que participaban por primera vez tenían una gran experiencia. Tanguy o Alessandro tienen una enorme experiencia, lo que supone una buena preparación, como por ejemplo Tanguy, que se fue a entrenar con Michel Desjoyeaux, con la ayuda de Catherine Chabaud. Incluso quienes se podía colocar de antemano en la categoría de los aventureros, había una muy buena preparación.

También creo que en el plano deportivo ha sido una edición muy equilibrada y muy madura, es decir conseguida, realizada. Claro que se puede lamentar que nueve barcos no hayan podido acabar, es verdad, pero 11 de 20 es realmente mejor que lo que sucedió hace cuatro años.

Finalmente en el plano deportivo destaco también la determinación de un Jean-Pierre Dick o de un Tanguy de Lamotte, que continúan sean cuales sean las dificultades, o de Armel Le Cléac h y François Gabart claro, que no han parado ni un segundo. En resumen, me ha gustado este enfoque positivo hasta el final, que, tengo que reconocerlo, me ha impresionado en muchos de ellos. Y finalmente recordaré que el golfo de Vizcaya ya sido muy duro para Jean Le Cam, Mike Golding y Dominique Wavre. Fue la zona más dura de su vuelta al mundo, lo que demuestra que este año el Gran Sur ha sido clemente.

“76 días, me parecía que era bonito”

Usted había dado 76 días como tiempo de referencia, lo que antes de la salida parecía un poco sorprendente. ¡Sin embargo, la llegada de Gabart y Le Cléac h en algo más de 78 días demuestra que no estaba tan alejado de la realidad!
No hice una estimación de 6 días. Pedí a Guillaume Evrard (ndlr: miembro de la dirección de regata) que hiciera una carta con el timing de la progresión de los barcos para que el público pudiera proyectarse geográficamente. Es decir, a qué fecha podríamos estar aquí, en qué fecha allí. Nuestra estimación se hizo sobre la idea de que Michel Desjoyeaux había hecho un tiempo de 84 días en 2008, pero menos 40 horas pasadas en puerto inmediatamente después de la salida, lo que significaban 82 días. Y como en cada edición los tiempos de los primeros se mejoran en dos o tres días, cuando las cosas van bien, ya eran 79 días. Cuando Guillaume me propuso 76 días estimados, le dije “es muy ambicioso, pero vamos a por ello”. Me parecía bonito, que era un buen gesto, ir directamente no a los 78, sino a los 76 días que hicieron exclamar a todo el mundo. No era por tanto una prospectiva, era solo para decir si vamos rápidos dónde estaremos en una fecha u otra, para dar referencias al público, para estimar el paso de los tres grandes cabos, por ejemplo. Por tanto no reivindico en absoluto haber vaticinado ese tiempo de regata, sino de haber previsto que no era imposible. Solo me puse de acuerdo con Guillaume para considerarlo así, con un poco de optimismo para darnos margen.

¿Cómo situaría esa Vendée Globe respecto a las anteriores?
En la salida dije que sería la edición de la madurez o de la mayoría de edad. Creo que para una mayoría de edad ya sido muy razonable. Por el número de barcos, por su preparación y la de sus patrones, por el hecho de que se hayan subido las puertas de hielo, pero sin desmedida como se podría pensar. Por ejemplo, el recorrido del 2012 es más corto que el de 2008, porque entonces las puertas del Pacífico tuvieron que ser subidas mucho, y esto alargó la distancia. Por eso encuentro que ha sido una edición muy homogénea, muy conseguida, con un buen número de participantes, una buena preparación de los barcos, récords, entusiasmo popular increíble... Es un poco como un cubo de Rubik logrado. Todos los elementos están bien articulados, y eso es difícil. En esa edición todos los indicadores tienen luz verde. Las únicas cosas que podemos lamentar son los tres abandonos por colisión, que no se deben a los barcos o a los patrones, y las tres quillas que han caído. No hay comentarios que hacer, si no es que habrá que trabajar ahora para evitar que se repita. Después hay la descalificación de Bernard Stamm, pero llega en el marco de reglas deportivas muy precisas.

Christophe Favreau